miércoles, 29 de julio de 2015

Las palabras pueden cambiar el mundo

A pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo.
No leemos y escribimos poesía porque es bonita.
Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión.
La medicina, el derecho, el comercio y la ingeniería son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida, pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor, son las cosas que nos mantienen vivos.

Citando a Whitman:
"Oh mi yo, oh vida de sus preguntas que vuelven, del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios, qué de bueno hay en estas cosas, oh mi yo, mi vida.
Respuesta:
Que tú estás aquí, que existe la vida, y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso."

El club de los poetas muertos.

martes, 3 de febrero de 2015

Persiguiendo una estrella fugaz

... Lucille nunca me comprendía porque me gustan demasiadas cosas y me confundo y desconcierto corriendo detrás de una estrella fugaz tras otra hasta que me hundo. Así es la noche y eso produce. No puedo ofrecer más que mi propia confusión.

En la carretera - On the road | Jack Kerouac

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Por qué no nos callamos?

De los ejercicios que mi profesor de arte dramático Juan Carlos Corazza nos planteaba, el que más me inquietaba era el de sentarme frente a un compañero y mirarlo a los ojos en silencio. Debíamos advertir todo lo que nos provocara el solo hecho de detenernos en la mirada frontal del otro, ya fuera una reacción emocional o un impulso físico, pero sin expresarlo de ninguna forma. Nada más.
Qué difícil me resultaba entregarme a algo tan simple como mirar con franqueza a otra persona. No había modo de esquivar la verdadera amenaza en la que pueden convertirse unas pupilas afiladas apuntándole a uno. Medirse de esa manera tan descarnada delante de un desconocido y obtener como respuesta el mismo escrutinio era como verse en el espejo más diáfano y cruel. Era encontrarnos a boca de jarro con nuestra indefensión, con lo hechiza que podía ser nuestra atesorada personalidad, con la dificultad de salvar el hueco que se ocultaba detrás de todas nuestras ridículas verdades y conceptos sobre lo que creíamos ser. En ese momento quedaba al descubierto el vacío de los juicios y cuán rudo era tener que soportarlo como testigos del otro. Pero luego, pasada la crisis de tanta desnudez, sobrevenía un alivio cómplice y terminábamos con el alma como recién lavada.

Hay silencios horrendos, pero hay otros de mejor calidad como el del ejercicio de clase, que revelan hasta qué punto llega nuestra aceptación de lo que hay sin manipularlo. Me remití a las pausas de la vida diaria. Qué amable es compartir esa quietud serenamente y no sentir la urgencia de llenar espacios con ochenta ‘te amos’, cantaletas, lugares comunes y músicas de fondo. No hay nada que hable mejor de la sana intimidad que un silencio cómodo entre dos personas.
Me pregunto de dónde viene ese temor a quedarnos sin argumentos. Es sospechoso que necesitemos tantos para justificar el hecho humano en esta vida cada vez más dudosa. ¿Por qué no nos callamos?

La reiteración, el exhibicionismo y la vulgaridad gritan la ausencia de ese silencio reparador, el que necesita la inspiración para exhalar y el que precisa la música para hacer más elegantes sus cadencias. Me refiero a ese silencio generoso absolutamente consciente y, por qué no, valiente, pues su textura nos confronta con lo más real que podemos rescatar del fondo de esa turbia laguna mental en la que nos hemos acostumbrado a nadar.

Margarita Rosa de Francisco

miércoles, 12 de noviembre de 2014

¡Oh mi yo!, ¡oh, vida!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!
de sus preguntas que vuelven,
Del desfile interminable de los desleales,
de las ciudades llenas de necios,

De mí mismo,
que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
De lo malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,

De los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve - ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida?

Respuesta:

Que tú estás aquí - que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que tú,
puedes contribuir con un verso.

WALT WHITMAN

O Me! O Life!


https://www.youtube.com/watch?v=IbX8SUMsquo

jueves, 10 de julio de 2014

Pensamos demasiado, sentimos muy poco

Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, no quiero gobernar ni conquistar a nadie sino ayudar a todos si fuera posible, Judíos y gentiles, blancos o negros. Tenemos que ayudarnos unos a otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitaron al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.

¡Soldados!
No os rindáis a esos hombres que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo qué tenéis que hacer, qué pensar y qué sentir.

Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y corazones de máquina.

Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.

¡Soldados!
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: “El Reino de Dios está dentro del hombre, no de un hombre ni en un grupo de hombres, sino de todos los hombres…” ¡Vosotros!, vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, vosotros el pueblo tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa, de convertirla en una maravillosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron; no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón.

Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

¡Soldados!
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.



https://www.youtube.com/watch?v=QcvjoWOwnn4
Charles Chaplin, El Gran Dictador.

lunes, 7 de julio de 2014

¡Qué lástima!

¡Qué lástima que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas a las glorias de la patria!

¡Qué lástima que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.

¡Qué lástima que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.

¡Qué lástima que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara una batalla.

¡Qué lástima que yo no tenga un abuelo que ganara una batalla,
retratado con una mano cruzada en el pecho,
y la otra en el puño de la espada!

Y, ¡qué lástima que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana, ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala muy amplia y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala tan amplia y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.

¡Qué gracia tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama ¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja muy blanca...
En una caja muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre
el cristalito de aquella caja tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

León Felipe

miércoles, 28 de mayo de 2014

Su corazón siempre duele al ver una mujer con un abrigo rojo.


Miró a su esposa cruzar la calle, con el abrigo rojo que siempre juró que tiraría, pero que siempre sacaba de su armario año tras año. Así era con todo. Fue algo que le atrajo cuando se conocieron. La ropa que usaba una y otra vez. Los montones de labiales si usar…  la canción que cantaba mientras cocinaba, pertenecían a una vida que ahora parecía extraña. Una vida que estaba planeando dejar entre la entrada y el postre.
Le sorprendió lo extrañamente lógico que fue elegir ese lugar para dejarla.
El mismo lugar en el que se dio cuenta de que ya no la amaba.

Cuando ella sonrió, el casi gritó: ¡Voy a dejarte!. No sonrías. Pero simplemente le dio un trago a su kir. Otra cosa que le molestaba era que ella nunca ordenaba aperitivos ni postres, pero siempre se comía lo de él. Peor aún, él siempre ordenaba la comida que le gustaba a ella. ¿Me gustan los profiteroles? Se preguntaba.

Cuando ella empezó a llorar como él nunca había visto, al principio pensó que sabía que la dejaría por Marie-Christine, la atractiva azafata rubia a la que amaba hace 18 meses. “Se acabó”, pensó. “Lo sabe”. Lo sabe desde hace años. Debí haberlo supuesto. Aún llorando, sacó unos papeles y se los dio.

En fríos términos clínicos decían que tenía un leucemia en fase terminal.

Lo siento, dijo el médico.

En un instante, su primer propósito desapareció de su mente, y una extraña voz metálica empezó a decirle; ¡Tienes que superar esta situación!

Y lo hizo, pidió tres cajas de profiteroles para llevar, y le envió un mensaje de texto a su amante: Perdóname.

Atendió a su esposa en todo lo que ella quería. Colgando fotografías por toda la casa, llevándola a ver sus películas favoritas durante el día, buscando ofertas aunque odiaba ir de compras, leyendo Sputnik Sweetheart en voz alta para ella.
Hasta el más mínimo detalle tenía un sabor distinto, sabiendo que jamás podría volver a hacer lo mismo por ella.

Mientras canturreaba y cocinaba se acercIsabel Coixetecuperalorado.namorado,cerquara ella.8 meses.l postre. ó por detrás y la abrazó. Actuando como un hombre enamorado, volvió a ser un hombre enamorado.

Cuando murió en sus brazos cayó en un coma emocional y nunca se recuperó.

Incluso ahora, muchos años después, su corazón siempre duele al ver una mujer con un abrigo rojo.


Isabel Coixet

martes, 22 de abril de 2014

¡Emborráchate!

Estad siempre borrachos.
Nada más importa.
Es lo único importante.
Si no quieres sentir el horrible peso del tiempo
cuando sobre tus hombros te aplasta contra la tierra,
emborráchate continuamente.

¿Borracho de qué?
De vino, de poesía o de virtud, como quieras.
Pero emborráchate.

Y si alguna vez en las escaleras de un palacio
o en  una verde zanja
o en la terrible soledad de tu cuarto...
Te despiertas y la borrachera ha desaparecido,
pregúntale al viento.
O a las olas, o a las estrellas, a los pájaros, al reloj.
A todo lo que vuela, gime, se mueve, canta o habla.
Pregúntales qué hora es.

Y el viento, olas, estrellas, pájaros, reloj, te contestarán:
Es la hora de emborracharse.
Emborráchate continuamente.
Con vino, poesía, virtud, como quieras.

Charles Baudelaire.
Enivrez-vous

domingo, 13 de abril de 2014

Mi primera entrevista; el embajador de CS Victor Eekhof

Haz tus sueños realidad, la vida es muy corta para procrastinar, empieza a vivir AHORA.



Hace un par de fines de semana tuve la suerte de que mi gran amigo Pepe (el mejor Couchsurfer de Madrid y organizador de despedidas de solteras) me presentara a su Couchsurfer Victor, un holandés que es capaz de trabajar para un banco y comprarse una casa enorme, o dejarlo todo y meter su vida en una mochila para irse al Ártico a ser adoptado por pingüinos, conducir 14.000 km tanto en Australia como en Estados Unidos o irse en bicicleta desde Amsterdam hasta Hamburgo, o a Poznan, o de New York a Miami, o….cualquier idea que se le pase por la cabeza, con el único afán, de dejar de procrastinar y empezar a vivir sus sueños.

En tan sólo unas horas juntos hemos soñado, inventado y viajado. Nos hemos hecho ricos para volver después a ser pobres y una vez más ricos con nuestras ideas, hemos hablado del café que quiere montar en Amsterdam o hemos salido a correr en un casi continuo sprint de 7 km, hemos cenado en un buen mexicano y hemos hablado de vernos en algún lugar del mundo. De todas las conversaciones que tuvimos, una trató sobre hacerle una entrevista para mi blog, y, ¿sabes qué? Que he dejado de procrastinar para empezar a vivir mis sueños. La entrevista está en inglés porque, aunque Victor habla varios idiomas y entre ellos toca un poco el español, creo que se expresará mejor en su lengua materna. Espera, ¿lengua materna? ¡Pero si es holandés!


I would like you to introduce yourself here in a few words.
I would describe myself as a location-independent entrepreneurial Epicurean (http://en.wikipedia.org/wiki/Epicureanism)

  
What is your favorite word?
Vagabond, apart from the nice ring to it I recently found out what it really meant, which made the word stick


And your favorite sentence?
Excitement is the more practical term for happiness. Ok, it's a quote, but one I strongly believe in.


You told me that you want to visit all the continents before you are 30, what would you like to do before you are 40?
Good question. As with all good things, they can become boring after a while. I sincerely hope traveling will never become a boring thing for me (there is so much out there!), but I would honestly not know at this point what I would like to do between my 30th and 40th age. I just set one goal at a time and let life do its magic :)


Tell me a country to live in.
If you can work online, and therefore earn strong currency: Malaysia or Colombia
If you have to find a job locally: Australia or New Zealand


A city to live.
Ulaanbaatar (Mongolia). There are a lot of cool things happening in the Mongolian art/hipster scene, so there are lots of opportunities if that's your thing.

Or: Rio de Janeiro. I thought that this would be the Miami Beach of the south, but I found that the people are much cooler and down-to-earth, while keeping an open mind culturally speaking.


You've had your "memorable experiences”, could you share some of your very best?
It will have to be setting foot on Antarctica. It's otherworldly and scarily remote, the animals rule the continent and the weather is your greatest enemy.

I've done some memorable roadtrips as well, such as driving from Perth to Sydney (4000km) in 5 days by myself, and non-stop driving from Boston to Los Angeles in 2 days, almost ending up in a tornado on the way.


When the penguin family adopted you, did you get to pet a penguin?
I was very close, but the tour guide was keeping a close eye on me. You're not allowed to touch the animals or even be within 5 meters of any of them, unless they come to you. So, I sat down and had a couple of penguins marching close by me, but unfortunately none of them felt the need for a hug.


What would you say to those people who don't travel?
Try it, you have literally nothing to lose. Take your wife and kids with you, hop on a boat or plane and disappear into the horizon. If you have completed a long-term (min. 2 continuous months) trip and you think it was a life-changing experience, then traveling is probably not for you.


What would you say to those people who used to travel, but it seems like they forgot what it felt like?
i would asked them why they stopped traveling in the first place. Did something happened on the road? Did they meet someone and settled? Did they go bankrupt? If the answer is "I don't know, I just stopped", I would encourage them to incorporate at least some travel (in the form of a mini-retirement) in their lives to keep them from going insane :)


What is your worst traveling experience?
Apart from being robbed a couple of times, it must have been somewhere during my trip in China. I have had days in which I felt quite lonely and frustrated, since nobody that day even spoke anything close to English and didn't understand what I was trying to signal using body language. This way, even the most simple actions took lots of time and effort. Combine this with the (sometimes hard to understand) habits in the Chinese culture and you end up with a poor travel experience.


Would you care to reveal some of your latest projects?
I'm planning to walk 285km around Holland to raise money for the Dutch Cancer Research Fund in early August of 2014. I will use the route I created 2 years ago (but haven't walked myself yet) called the "Meaning of life walk", you can find it on http://www.hollandwalk.com.
Also, I'm attending the TBEX travel bloggers conference in Athens in October, and will hitchhike there from Amsterdam in a suit holding a Martini glass.

 
What do you have to / like to take with you on your travels?
I am trying to travel lighter every time I head out for a long trip. On my first trip I carried 23kg on my back and 10kg on the front, and had plenty of unnecessary gadgets and just-in-case items. On my last trip I carried 12 kg on my back and 5kg on the front and didn't feel like I missed anything. It's better to carry some "emergency cash" with you for extra clothes or other things and only take the bare minimum with you. I'm also experimenting with light synthetic quick-dry (t-)shirts, underwear and socks. So far, I would definitely recommend investing in these.

 
Do you have any kind of ritual for traveling?
Nothing unusual. Since I travel alone I always have enough music on my iPod to listen to on a 24h+ bus trip. During those trips I usually get in my own zone and it's hard to interrupt this (earplugs + reading a book or watching a movie = no social contact).

 
What's your favorite mode of transportation?
Local transport, using as little flights a possible. I love to travel great distances without missing the parts in the middle, which usually reflect the "real" life in a country more than anything else.

 
What is something you crave for while traveling?
Coffee and Chocolate. The latter is the first thing I look for in a local supermarket and the former is usually quickly found at a local cafe the first day I arrive in a new city or village.
 

Tell us of a place that you can't forget and a place that you don't want to remember.
I can't seem to forget New Zealand, since I had only been there for a short while (2 weeks) but feel like I should return there as soon as possible. It has all the elements I love: good coffee (Wellington), amazing nature and wildlife (anywhere in NZ), interesting culture (Maori) a laid-back city (Auckland) and an island mentality.
I don't really want to remember the Trans-siberian-express stage between Irkutsk and Moscow which took 4 days passing by identical train stations, landscapes (tundra) and train micro-culture. It wasn't a bad experience, but it was quite boring to be honest.

 
Did you ever find yourself in a difficult situation and how did you get out of it?
I once got stopped by a group of corrupt army officials in the jungle of Guyana. When they saw the mini-van I was in contained two "gringos" (Caucasians) they ordered for everyone to get out and hand in their passports. After a round of trash-talking ("what are you doing in my country?" and "you have a beard in your picture, you look like osama bin laden") the head offer "explained" that the police force in Guyana is working very hard and asked us what we can "offer" him. A 1000 Guyanian dollar (3.5 EUR) note in my wallet satisfied his needs, and he let us pass.

 
What is your traveling style? Do you like to travel with or without people?
I like to travel solo, since I'm always couchsurfing on my travels and therefore meet a lot of new people every day. On several occasions I decided to travel with another person that was also staying at the same place I was. The big benefit of traveling solo is that you are more receptive to the outside (social) world, and you are 100% free in (and responsible for) making your own decision.


I know you are Couchsurfing Ambassador and you have surfed hundreds of places and met hundreds of people. Tell me please your top 3 people and why they have a special place in your memories
Oomph, hard question. There are many, many amazing people I have met through couchsurfing. To me, it looks like couchsurfing hold either weirdos or super-awesome people. I'll mention a couple of experiences but won't mention any names to protect the innocent:

- A person that had a bag of 500 ecstacy pills and was giving them out to surfers to try.
- A person who has visited more than 140 countries, including several that I have not even remotely heard of
- A person that introduced me to a couple of books that changed my life
- A person that I've met up with in 7 different countries on different occasions
- A person that built a house to accommodate couchsurfers
- A person that I was making raunchy jokes with before we even met.
- Several people I felt an instant click with
- I have traveled with couchsurfers I just met from 1 hour up to 2 month

 
Why do you like CS?
People I meet through CS always surprise me. Since I have hosted and surfed quite a lot I tend to "know" what kind of person to expect, but I love to be (positively) surprised by someone's character. I get a lot of joy from interacting with people I feel comfortable with, and it's a great feeling to meet people you have an instant "click" with. 



**************
 
Victor es una de las personas con más carisma que he conocido, he aprendido un montón de cosas y me ha hecho sentir que yo le enseñaba otro gran montón. Ojalá tengas la suerte de encontrártelo alguna vez en alguna parte. Si quieres seguir sus pasos, aquí puedes hacerlo: www.victorstravels.com

lunes, 17 de febrero de 2014

¿Cómo decir esto sin darme asco?

¿Cómo decir esto sin darme asco, sin llamarme cobarde desde mi cobardía, sin ahorcar mi sangre a cada letra sudada, sin reírme de mis sueños de plañidera?
¿Cómo decir esto sin ser la vergüenza de mis cansancios elegidos, de mis elecciones erróneas, mis aciertos no buscados, mis búsquedas huérfanas, mis tesoros olvidados?

¡Quiero morir! ¿Me oye alguien? ¡Quiero morir!

No resurgir, no resucitar,  no ser alma por una vez...
Reencarnarme en un sueño infinito de luces-sombras, de huecos hondos, de charcos quietos, de sorderas de paz.
Nadatodo me consuela, nadatodo me destruye. En la nada me crezco en el todo me diluyo. En la nadatodo me acurruco, me aislo, me crezco,  me desnuco. En una especie ya extinta de escorpión rosa, como la pantera, la flor y mi ojete; que huye mis ideas,  mis sentires, mis espíritus... con el aguijón de su boca desde mis abismos.

Cada día me vacío. Cada noche me recargo y en mis cargas soy liviano, ligero, humo, soy aire... Estoy incómodamente cómodo en cualquier lugar y en cualquier lugar estoy cómodamente fuera de sitio. Mi sitio es la nada. Mi sitio lo es todo. No me fío de mí.  No confío en mí. Mi confianza es mi lastre; mi lastre mi duda; mi duda mi redención de mujer bendita...

Mi yo es mi cadena mi sustento, mi bautismo mi entierro, mi amuleto mi descrédito,  mi caminar mi tropiezo, mi veneno mi vacuna, mi remedio mi quebranto, mis cuernos mi cornalón, mi droga dura mi vino sin de pordiosero, el bueno, el feo y el malo en el mismo esqueleto.
No valgo para quererme y en mis odios me amo.

Hovik Keuchkerian - (desconozco el título)

viernes, 31 de enero de 2014

Tómate tiempo para detenerte a oler las rosas


Si trabajas por cuenta ajena, dedicar tiempo a hacer chorradas no es, hasta cierto punto, culpa tuya. No suele haber incentivo alguno para aprovechar bien el tiempo, salvo que te paguen a comisión. El mundo se ha puesto de acuerdo para revolver papeles de 9 de la mañana a 5 de la tarde y, dado que estás atrapado en la oficina cumpliendo tu pena en esas horas, estás obligado a inventarte actividades para llenarlas. El tiempo se pierde porque hay demasiado. Es comprensible. Los mejores empleados son los que sacan el máximo partido a sus recursos.

Para el emprendedor, malgastar el tiempo es una cuestión de malos hábitos e imitación. La mayoría de los emprendedores fueron en su día empleados, por lo que proceden de la cultura de 9 a 5. Por consiguiente, adoptan el mismo horario, tanto si funcionan a las 9 de la mañana como si no o si necesitan 8 horas para ganar la cantidad de dinero que se han propuesto. Este horario es una convención social y un legado anacrónico de medir resultados empresariales por volumen. ¿Cómo es posible que toda la gente del mundo necesite exactamente 8 horas para hacer su trabajo?. Es imposible. El horario de 9 a 5 es arbitrario.

Mantenerse ocupado es una forma de pereza: pensamiento perezoso y acciones indiscriminadas.

Es fácil dejarse arrastrar por un aluvión de nimiedades; la clave para no agobiarse es tener siempre presente que carecer de tiempo es realmente carecer de prioridades.

Tim Ferriss - La semana laboral de 4 horas.


Chema Madoz
Fotografía de Chema Madoz www.chemamadoz.com

 

miércoles, 22 de enero de 2014

Algún día...

Para todas las cosas más importantes, el momento siempre es un asco.
¿Esperando un buen momento para dejar tu trabajo?
Las estrellas nunca se alinean...
y los semáforos de la vida nunca estarán todos en verde al mismo tiempo.
El universo no conspira contra ti... pero tampoco sale de su destino para ajustar las clavijas.

Las condiciones nunca son perfectas.

"Algún día" es una enfermedad que se llevará tus sueños a la tumba contigo.

La semana laboral de 4 horas
Tim Ferriss

lunes, 30 de diciembre de 2013

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.

En la noche que me envuelve,
negra como un abismo insondable,
doy gracias al Dios que fuere,
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias,
no he gemido, ni llorado,
ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado,
jamás me he postrado.
Más allá de este lugar
de ira y lágrimas,
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin temor.
No importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuantos castigos lleve a mi espalda,
soy el Amo de mi destino,
soy el Capitán de mi alma.

William Ernest Henley

martes, 17 de diciembre de 2013

El más joven maestro al piano, vencido por una mujer.


Esta es la historia de un sábado, de no importa que mes, y de un hombre sentado al piano de no importa qué viejo café.
Toma el vaso y le tiemblan las manos, apestando entre humo y sudor, y se agarra a su tabla de naufrago, volviendo a su eterna canción.
Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche que tu canción sabe a derrota y a miel.
Cada vez que el espejo en la pared le devuelve más joven la piel, se le encienden los ojos y su niñez viene a tocar junto a él.
Pero siempre hay borrachos con babas, que le recuerdan quien fue, el más joven maestro al piano, vencido por una mujer.
Ella siempre temió echar raíces, que pudieran sus alas cortar, y en la jaula metida, la vida se le iba, y quiso sus fuerzas probar.
No lamenta que de malos pasos, aunque nunca desea su mal, pero a ratos con furia golpea el piano y hay algunos que le han visto llorar.
Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche en que tu canción sabe a derrota y a miel.
El micrófono huele a cerveza y el calor se podría tocar, solitarios oscuros, buscando pareja, apurándose un sábado más.
Hay un hombre aferrado a un piano la emoción empapada en alcohol, y una voz que le dice:
"pareces cansado, y aún, no ha salido ni el sol".
Toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien, es tan triste la noche que tu canción sabe a derrota y a miel.

Letra de Ana belén de la canción El hombre del Piano, basada en "The Piano Man" de Billy Joel

martes, 3 de diciembre de 2013

El hombre más alto sobre la tierra

Yo estuve ahí, yo vi a un Sueco no muy alto con su guitarra dar las gracias a su público después de cada canción, le oí decir que vivía dentro de un sueño y sentí cómo nos hizo estar dentro de el. Le escuché claramente decir que le encantaba que le grabáramos con el móvil aunque estuviera prohibido, porque durante unos segundos una luz se iluminaba entre el oscuro patio de butacas monstrando una cara de gestos fantasmagóricos, y cómo con voz tenue dijo desde su silla: <<me gusta ver nuestras caras, gracias, gracias por escucharme>>. Si me tuviera que quedar con algún recuerdo creo que sería sobre todo los escalofríos en mi espalda, la sonrisa de mi cara y su voz de mil matices. Al terminar su actuación fue cuando empezó la nuestra, 5 minutos de un público de pie emocionado batiendo palmas sin parar, gritando bravos y aullidos animales, creo que queríamos devolverle de algún modo las gracias al hombre más alto sobre la tierra.

http://www.youtube.com/watch?v=ltV7dNxuYeY

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Esos locos que corren

Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol. Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche. Están locos. En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan... sólo para disfrutar del descanso. En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara. Yo los he visto. Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.

Yo los he visto. No están bien de la cabeza. Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo. Están tratando de ganarle a alguien. Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse... y siguen. Se inscriben en todas las carreras... pero no ganan ninguna. Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes. Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones. El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia. Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres.

No están bien. Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás. Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño. Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles. Son sus referencias de carrera: 'Cinco que corren parecido a mí'. Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa. Disfrutan cuando pasan a otro corredor... pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje. Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece. Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan. Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver. Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero. No las preparan... pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta. No las preparan...son parte de ellos.

El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise. Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido. ¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas... pero insisten con que volvieron a ganar. Son raros. Se inventan una meta en cada carrera. Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren. Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.

Los he visto pasar. Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado... pero siguen. A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí. ¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda? Están locos. Yo los conozco bien. Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo. Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta. Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice 'Llegué –Tarea Cumplida'. Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes. Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos. Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.

Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo. Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto. Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10. Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior. Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar. Están mal. -Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde. –Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito. Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan. Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.

Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más. Dicen que la gente no se banca tanto silencio. Dicen que ellos lo disfrutan. Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos. Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado. Están mal de la cabeza. Yo los he visto. Algunos solo caminan... pero un día... cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito. En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos. Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran. Pican, frenan y vuelven a picar. Me parece que quieren ganarle a la muerte. Ellos dicen que quieren ganarle a la vida. Están completamente locos.

Marciano Durán - Escritor Uruguayo

http://www.youtube.com/watch?v=FMB64p11bxs
Vídeo Original: http://www.youtube.com/watch?v=oZHBSBG7RSs